En octubre de este año, un grupo de estudiantes de Historia en Estados Unidos viajó a Illinois para solicitar a las autoridades de ese estado que devolvieran a México la prótesis, que es exhibida en el Museo Estatal Militar de la comunidad de Springfield.
La lucha por recuperar la pierna artificial fue infructuosa para los estudiantes pues las autoridades se negaron a repatriarla.
En 1847, durante la guerra contra Estados Unidos que culminaría con la cesión de casi la mitad del territorio mexicano, Santa Anna fue sorprendido por soldados en Illinois, lo que le obligó a huir y dejar varias cosas en su carruaje, entre ellas dinero y su prótesis que comenzó a utilizar la prótesis en 1838, tras perder la pierna izquierda a causa de un cañonazo durante la denominada “Guerra de los Pasteles” entre México y Francia.
Luego de la batalla, los soldados estadounidenses jugaron béisbol con su pierna y la llevaron de vuelta a Illinois como un trofeo de guerra.
Teresa Van Hoy, profesora de Historia de la Universidad de St. Mary, dijo a la cadena de televisión KSAT de San Antonio que la pierna puede ser un trofeo de guerra para Estados Unidos, pero tiene un significado más profundo para México.
La discusión por la repatriación de la prótesis de Santa Anna data desde tiempos del Presidente Abraham Lincoln, quien era originario de Illinois y se oponía a la guerra con México.
Una pierna de palo que usara el octavo presidente de México, Antonio López de Santa Anna, ha permanecido en territorio de los Estados Unidos por más de un siglo. Existe un interés por repatriarla a suelo mexicano.
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